Los mitos nutricionales y las dietas milagro me irritan muchísimo. Todos ellos. Pero debo admitir que hay uno que últimamente me está enfureciendo con una intensidad especial: la demonización de los carbohidratos.
Mira, lo entiendo: el consumo masivo de comida rápida ultraprocesada está volviendo a la gente gorda e insana. Y esas comidas son por lo general ricas en carbohidratos. O más bien, altas en azúcares (no todos los carbohidratos son iguales). Oh, y además se da la casualidad de que normalmente son altas en grasas añadidas, incluyendo grasas trans.
Espero que ya te estés dando cuenta de que los “carbohidratos” como macronutriente no son el problema real. Palabras como masivo, ultraprocesada, azúcar y grasas trans deberían indicarte cuál es la dirección correcta para entender el asunto.
Pero si todavía sospechas de los carbohidratos… sigue leyendo.
Sé lo que puedes decir: “pero no necesitamos carbohidratos”. Es cierto. No necesitamos carbohidratos. PERO. Deberíamos comerlos. O, para decirlo de una manera elegante y fácil de recordar: no los necesitamos para sobrevivir, pero los necesitamos para vivir.
Deja que explique esto un poco más. Aunque no tengamos unos requerimientos fisiológicos de ingesta de carbohidratos, estos tienen tantos beneficios que crean un impacto positivo en nuestra salud que sería tonto no comerlos (¡especialmente teniendo en cuenta lo genial que saben!). Cualquier cantidad entre 1 y 10 gramos de carbohidratos por kg de peso corporal te hará bien.
El cerebro
Para empezar, tu cerebro y sistema nervioso central usan la glucosa como su combustible primario, y requieren un suministro continuo de ella. Los carbohidratos son la fuente preferente de nuestro cuerpo para obtener glucosa. Podemos conseguir glucosa mediante otro proceso llamado gluconeogénesis, por el que otros compuestos nutricionales son convertidos en glucosa, pero no es tan efectivo como simplemente comer los carbohidratos (¿para qué complicarnos la vida?). Así que es un buen mecanismo de adaptación para períodos en los que no hubiera carbohidratos disponibles, pero no está pensado para ser usado solo para satisfacer tu capricho de ser guay comiendo low carb.
No te preocupes, no voy a tomar el camino de vapulear esta posición (bueno, no mucho al menos… jaja #sorrynotsorry). En su lugar, ¡hoy voy a subrayar los impresionantes beneficios de incluir una buena cantidad de carbohidratos en tu dieta!
Nota: esto solo se aplica a una dieta en la que la fuente principal de carbohidratos sean cereales integrales, legumbres, verduras y frutas. Las harinas refinadas están ok pero no deberían ser un básico. Y las comidas ultraprocesadas que describí antes deberían ser excepcionales.
