Para la mayoría de las personas, la Navidad significa ilusión, luz, diversión, cosas bonitas… pero, cuando estás recuperándote de un trastorno alimenticio, es uno de los momentos más temidos del año. Vemos que se avecinan demasiadas cosas que no podemos controlar concentradas en muy pocos días, y eso nos crea ansiedad. ¿Qué voy a comer? ¿Qué comentarios detonantes va a hacer la gente? ¿Voy a tener tiempo de hacer ejercicio? ¿Qué hago si los pensamientos son demasiado fuertes y entro en pánico?
Tranquila. Respira hondo. Entiendo esos miedos; el año pasado, me tenían temblando. La incertidumbre me hacía estar todo el día dándole vueltas a la cabeza, tanto antes como después de las celebraciones. Además, el TCA aprovechaba para jugar con mi distorsión y hacerme sentir enorme, con lo que era aún más difícil confiar.
Hay que evitar ese círculo vicioso de sobrepensar-debilitarnos-estar más propensos a los pensamientos-dejar entrar los pensamientos-estar angustiados y desolados-recaer en comportamientos de la enfermedad. Y es posible hacerlo. Este año, estoy mucho menos nerviosa gracias, por una parte, al propio avance de la recuperación (la mente sigue al cuerpo, ¡de verdad!) y, por otra, a los sistemas que he aprendido a poner en práctica.
Tú también puedes aprenderlos y llegar a interiorizarlos, si sigues los consejos que daré a continuación y en la entrada del próximo martes. Pero primero, te invito a leer mi entrada anterior, “¡Feliz y sana Navidad… en cuerpo, mente y alma!” para encontrar consejos generales, sobre todo los relativos a la salud mental y espiritual. Son complementarios y la base para poder implementar estos.
Rétate en Adviento
Es un error pensar que, como en Navidad vas a tener que afrontar muchos retos de comida, deberías “reservarte” para esos y bajar un poco el ritmo de recuperación durante el Adviento. No cedas a esa tentación. Por el contrario, márcate conscientemente retos, a ser posible diarios. No hace falta necesariamente que impliquen comer más. Algunos ejemplos (todo depende de las pautas de tu tratamiento y de la fase de la recuperación en que te encuentres) podrían ser:
- Sustituir una merienda segura por dulces navideños. Puntos extra: añadir.
- Comprar un calendario de Adviento con chocolatinas.
- Salir a comer fuera. Puntos extra: pedir un plato que te dé miedo.
- Dejar que tu familia prepare algo sorpresa sin que tú controles cómo. Puntos extra: no quejarte sea lo que sea cuando te lo den, ni intentar reducir.
- Probar ingredientes nuevos.
- Atreverte a echar salsas. Puntos extra: que no sean light.
- Echarte algo sin pesarlo o medirlo
- Permanecer sentada cierto tiempo en sobremesa. Puntos extra: 1h o más.
- Acortar aunque sean 5 minutos de tu rutina de ejercicio. Puntos extra: tomar un día de descanso espontáneo.
- Ver una película navideña sentada. Puntos extra: con palomitas.
Muy buena idea, entre todos va a ser mas facil, ya me he apuntado, gracias por tu interes y compartir tu historia con nosotras, me ayuda mucho.
Genial!! Muchas gracias. A por ello!