Pensar antes de hablar. Mucha gente hace lo segundo, poca lo primero. Y esto puede causar muchísimo daño a tu alrededor, porque nunca sabes por qué están pasando quienes te escuchan.
Yo, concretamente, sé lo que pasa en el caso de los trastornos alimenticios, y cómo frases que la gente dice alegremente y a la ligera resultan terribles tanto para la gente que sufre estas enfermedades o se está intentando recuperar, como para quienes son propensos a ellas por alguna razón.
A continuación pongo algunas de las frases más perjudiciales y, a la vez, más comunes. Estas no son frases que solo debas evitar decir delante de una persona que ya sabes que tiene ese problema (ya haré un post dedicado a eso). Sino que deberías evitarlas siempre, porque como he dicho no sabes qué semillas hay ya en la mente de quienes te escuchan, y también para frenar la perniciosa cultura de la dieta que ha enloquecido nuestra relación con la comida como sociedad.
1. ¡Cómo nos hemos puesto! / Estoy llenísima
Cuando eran raciones perfectamente normales. Por alguna razón, este tipo de frases se consideran como un elogio a que la comida servida era muy buena, pero lo único que consiguen es que quien había comido bien ahora se sienta avergonzado porque crea que era demasiado. Es mejor decir: la comida era deliciosa, estaba todo muy rico, etc. Cuánto haya comido cada uno, y lo que esa cantidad suponga para su propio patrón alimenticio, es una cuestión privada.
Por eso, lo fundamental es evitar frases con el plural inclusivo como la primera; pero cosas más sutiles como la segunda también son peligrosas, porque si otros han comido lo mismo que tú se sentirán culpables. Es muy común que las personas con trastornos alimenticios —también en recuperación, porque no eres capaz de controlar las porciones— comparen su comida con la de los demás para asegurarse de que no se están “pasando”.
Tienes razon, siempre hay alguien que hace alusion a haber comido mucho o poco, es un comentario socialmente aceptado y por desgracia muy difundido. No son conscientes del daño que pueden causar, pienso que por suerte la sociedad cada vez va siendo mas sensible a estos problemas.
Mucho ánimo, lo estas haciendo muy bien!!!
Gracias por tu comentario! Sí, efectivamente el problema es lo generalizado que está… ojalá poco a poco se vaya creando más conciencia.
Es difícil controlar el lenguaje cuando es expresión de estúpidos clichés troquelados en nuestro cerebro. Pero es necesario permanecer atento para no incurrir en esos lugares comunes.
Requiere un cambio de mentalidad social grande, pero todo esfuerzo cuenta 🙂