En mi entrada anterior, hablé sobre tres razones por las cuales no soy vegana: dos más bien filosóficas (el funcionamiento del ciclo vital, así como mi religión) y una biológica muy importante: cómo el cuerpo humano está diseñado para una dieta omnívora. En esta daré dos más: la salud y el medio ambiente. Hablaré también del tema del bienestar animal. Finalmente, encontraréis consejos, que yo misma me comprometo a seguir, para convertiros en la mejor alternativa al veganismo: omnívoros éticos. ¡Vamos allá!
4ª razón: Salud
A pesar de todo lo dicho, son muchas las personas que insisten en que una dieta vegana es lo mejor para la salud. Para ello, recurren por lo general a dos estrategias: ensalzar las virtudes de los alimentos de origen vegetal y demonizar los de origen animal. Lo primero es 100% correcto, pero que sean buenos no significa tengan que ser los únicos. Y es que lo segundo suele esconder una manipulación: se dicen las posibles contraindicaciones de los productos animales, todas, hasta las más pequeñas, hasta las que solo se aplican a determinados grupos de población o enfermedades específicas, hasta las que no están probadas por ningún estudio serio (contraindicaciones que, por cierto, también encontramos en el mundo vegetal, aunque esas se callen). Y no se cita ninguno de los beneficios de los productos animales en moderación, aunque reúnan todas las características contrarias.
Vuelvo a insistir en nuestra programación biológica para comer de todo. Me interesa poner de manifiesto la aberración de esos padres que alimentan a sus bebés con arreglo a un estricto veganismo. Recientemente hemos leído algún desastre relacionado con el asunto. Ignoran o fingen ignorar la necesidad de un ser humano en crecimiento de recibir tos alimentos necesarios para su desarrollo.
Me parece un punto muy importante. Al final uno puede tomar las decisiones que crea para sí mismo, pero para otra persona y tan frágil… además no son adultos en miniatura, así que aunque a los padres les funcionase una dieta no pueden replicarla. Ojalá lo primero fuera cuidar de los humanos y no una ideología.